26/10/2017
Jerez de la Frontera
Hace poco volví a leer Kaputt, la novela-reportaje donde Curzio
Malaparte describe en primera persona imágenes y escenas de la Segunda Guerra
Mundial. Una de las que más recordaba, por el estremecimiento que me causó
siendo adolescente, es la de las cabezas de caballos congelados saliendo del
hielo frente a Leningrado.
Paseo por la ciudad y me topo con un escaparate
de una tienda de barrio, donde este caballo me mira entre cachivaches de hace
algunas décadas, cuando, en una de las casas donde viví, un cuadro muy parecido
adornaba la pared del salón, sobre el sofá.
Comentarios
Publicar un comentario