28/04/2016
Setenil
Tan lejos de Japón, una imagen de
unos pájaros que revolotean y se arrullan sobre unas ramas cubiertas de flores
en un visillo nos vuelve a mostrar cómo el sentido de la belleza es universal.
Un portal de una casa humilde, donde el brillo del sol sobre los muros
encalados te ciega y aturde.
Buscamos algo de sombra en el
laberinto de callejuelas y rocas. El pueblo está solitario a esta hora, solo
algunas personas en una terraza de un bar. Nos sentamos y tomamos café con
hielo, demasiada ropa para este día, noto el sudor cayéndome por la espalda y
me duele el hombro izquierdo de cargar con el bolso. Entro en el bar y, en la
tele, un programa de cotilleos.
También la estulticia es universal.
¿Dónde estaba esa estulticia, querido Luis? Muy buena.
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