6/12/2016
Londres



Apenas seis meses más tarde una furgoneta conducida por terroristas arrolló y mató aquí a varios peatones. Pienso en los surcos del azar, en las crestas y valles de sus circunvalaciones. Cualquiera me diría que es normal, que este puente es parte de uno de los grandes centros globales, y que la amenaza está ahí, más viva que en la pequeña y anónima ciudad en la que vivo. Pero, a pesar de todo, me estremezco cuando veo la cara de una de las víctimas en la web de la BBC, su pelo rubio cubierto por un gorro de lana, y caigo en la cuenta de su parecido con la chica que fotografié ahí, en ese mismo sitio, seis meses antes.

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