25/5/2018
Sevilla
¿Qué encanto, qué misterio rodea a los hoteles? Siempre he
tenido la sensación de que todo te espera en ellos, de que están llenos de
quimeras y de sueños por cumplir. Desde la ventana, el luminoso anuncia una
promesa, una tentación de un rincón protegido y cálido frente a la amenaza de
la lluvia, donde resguardarse del mundo y de sus acechanzas y extravíos. Una
cama limpia y olorosa junto a una ventana de visillos entrecerrados a la tarde
que se va. Te rodea el silencio, solo se oye un leve murmullo callejero, y tú
te abrazas a tu amada y cierras los ojos al abandono y a la suavidad de las
sábanas que rodean tu cuerpo como una crisálida. Fuera empieza a llover y por
la avenida las luces de los coches corren raudas hacia la noche oscura.
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