12/4/2018
Cádiz
Cádiz
Recientemente,
unos investigadores de la Universidad de Tecnología
de Viena lograron separar
una partícula de una de sus propiedades físicas creando lo que llamaron un
“Gato de Cheshire cuántico”, un guiño al gato de Schrodinger, aquel que podía
estar a la vez vivo y muerto dentro de su caja. Para ello, tomaron un
haz de neutrones y los separaron de sus momentos magnéticos, recordando aquella
sonrisa felina que se quedaba flotando en el aire ante la sorpresa de Alicia en
su tierra de maravillas. En estas cuestiones, todos somos como Alicia: nos
maravillamos de algo que no podemos comprender, como es el hecho de estar vivo
y muerto al mismo tiempo. En sus altos vuelos, la física teórica hace tiempo
que adelantó a la metafísica. Lo mismo que a mi parca capacidad de entender.
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