27/10/2017
Jerez de la Frontera
No fue la primera, pero es la más famosa de la historia. En
la “Hoguera de las vanidades” del 7 de febrero de 1497 en Florencia, llevada a
cabo por seguidores del dominico Savonarola, fueron quemados objetos
considerados pecaminosos, libros, pinturas –entre ellas, algunas mitológicas
puestas en la pira por el mismo Botticelli, su autor–, vestidos, espejos o
maquillajes. Después de que el propio monje ardiera en otra hoguera, miembros
de la elite florentina encargaron a Miguel Ángel una estatua de un personaje
del Antiguo Testamento para los contrafuertes del ábside de Santa Maria del
Fiore, aprovechando un enorme bloque de mármol de Carrara bastante estropeado
por otros escultores. En 1504, el David
fue situado en la Signoria. Hoy, esta copia un tanto kitsch adorna la puerta de un salón de belleza.
Comentarios
Publicar un comentario